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miércoles, 27 de enero de 2016

INIAP reconoce a la Unach por investigación

El Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIAP), entregó un certificado de reconocimiento a la Universidad Nacional de Chimborazo, como entidad coejecutora, ante el premio  “Matilde Hidalgo”, obtenido con el proyecto “Valorización y aprovechamiento de los granos andinos chocho (Lupinus mutabilis Sweet), quinua (Chenopodium quinoa Willd), amaranto (Amaranthus caudatus L.); y, sangorache (Amaranthus hybridus L.)”, ejecutado entre octubre de 2012 y febrero de 2015.

Autoridades universitarias reciben certificado del INIAP

La Dra. Anita Ríos, Vicerrectora Académica de la Unach, al recibir el certificado reconoció a nombre las autoridades, “por ese compromiso y trabajo permanente de los docentes de la Facultad de Ingeniería y de Ciencias de la Salud”, así como a todas las personas que continuaron el proyecto, que beneficia “a la Universidad, a la carrera de Agroindustria en los procesos de evaluación de las carreras”.

Dra. Anita Ríos, Vicerrectora Académica de la Universidad

El Ing. Paúl Ricaurte, docente investigador de la Unach señaló que están “muy contentos por este galardón que ha obtenido la Universidad a través del convenio Unach – INIAP”, reconociendo el apoyo de las autoridades para que se ejecute el proyecto.

Ing. Paúl Ricaurte exponiendo sus criterios sobre el proyecto

La Dra. Lourdes Cuadrado, investigadora del INIAP, dijo que a nombre de su institución agradece “a las autoridades, en especial a la Dra. Anita Ríos, puesto que cuando le presenté el proyecto nos abrió las puertas, después cuando el Mgs. Lexinton Cepeda asumió el cargo de Vicerrector de Investigación, de igual manera siempre nos ha apoyado y la Dra. Lucila De la Calle, que ha ofrecido el espacio para la ejecución de la tercera fase de aprovechamiento de los residuos agroindustriales”.  
La delegada del INIAP, Dra. Lourdes Cuadrado

Los resultados obtenidos con la investigación se han traducido en productos de alto potencial de comercialización, como: un gel cicatrizante un jabón para zonas íntimas contra bacterias patógenas del ser humano, aceites que se pueden consumir fácilmente incorporándolos a la fruta deshidratada, una sopa instantánea para resolver los problemas de anemia de las personas y el cultivo de setas comestibles con los tallos de estas plantas. 

Autoridades prueban fruta deshidratada con aceites de chocho,
quinua, amaranto y sangorache

lunes, 25 de enero de 2016

Unach recibe premio “Matilde Hidalgo” a la investigación

La Universidad Nacional de Chimborazo obtiene resultados positivos en el proyecto de investigación relacionado a cuatro granos andinos: chocho, quinua, amaranto y sangorache, en una investigación generada con el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIAP), siendo galardonados con un certificado y estatuilla durante la entrega de los premios “Matilde Hidalgo”, el 12 de enero de 2016.

Investigadores: Dra. Lourdes Cuadrado (INIAP), Ing. Luis Fernando Arboleda
e Ing. Paúl Ricaurte, docentes investigadores de la Unach (izquierda a derecha)

Este trabajo conjunto se debe al convenio firmado por la institución y el Instituto estatal, con el fin de conocer y promover el cultivo, producción y consumo de estos granos andinos, que actualmente en el país son subvalorados. Trabajan en este estudio la Dra. Lourdes Cuadrado, investigadora del INIAP, la carrera de Ingeniería Agroindustrial, docentes investigadores y estudiantes que se forman como investigadores, graduando hasta el momento a 15 universitarios, de las carreras de Ingeniería Agroindustrial y de Laboratorio Clínico e Histopatológico.

Dra. Cuadrado explica el procedimiento de la investigación traslacional

El Ing. Paúl Ricaurte, docente investigador de la Unach señaló que el proyecto es “uno de los pilares fundamentales de la carrera de Ingeniería Agroindustrial, porque a través de esto se da la guía, el incentivo para el aprovechamiento de los recursos agroindustriales, en todo lo que son cultivos”, para orientar a los productores, aprovechando las materias primas.

Ing. Paúl Ricaurte enseñando una hembra de ratón certificada
para la investigaciones en laboratorio

Algunos datos fueron sorpresivos por el potencial de estas plantas en los aspectos nutracéutica y biofarmacéutica, puesto que “ofrecen compuestos que pueden ser utilizados tanto en el área de alimentos, en el área farmacéutica, así como en el área de cosmetología”, señala la Dra. Cuadrado. Por ejemplo, se ha descubierto que las hojas de la quinua (25 a 30%), superan a la composición de proteínas de los granos (18%). Lo mismo sucede con los minerales, como el hierro, por ello se ha creado una sopa instantánea para resolver los problemas de anemia de las personas.

Gracias al trabajo con los graduados, se han identificado los metabolitos secundarios de estas plantas, obteniendo productos como un gel hemostático, elaborado con la colaboración de la empresa Neofármaco y dos médicos que probaron el efecto cicatrizante en sus pacientes, evaluando la regeneración del tejido en una herida en animales de experimentación.

También se desarrolla un jabón para zonas íntimas, aprovechando componentes químicos de la quinua, lo que “nos está dando buenos resultados, porque en conjunto con los alcaloides del chocho (…) que tienen propiedades antibacterianas, contra bacterias patógenas del ser humano”, dice Cuadrado, como: Staphylococcus aureus (afecciones respiratorias), Escherichia coli (afecciones gastrointestinales y vías urinarias), Cándida albicans (hongo muy perjudicial).

Con la empresa La Fabril se realizó el perfil de los aceites que se obtuvieron de los granos andinos, los cuales superan en calidad al aceite de oliva y que se puede obtener a bajos precios. Se puede consumir fácilmente incorporando estos aceites a 30 gramos de fruta deshidratada, que se pueden consumir a diario, lo que previene las enfermedades crónico – degenerativas, como colesterol, triglicéridos y diabetes.

Finalmente, se desarrolla el cultivo de setas comestibles con los tallos de estas plantas, como sustrato del hongo Pleurotus ostreatus, que crece muy bien entre los ricos elementos del chocho, el amaranto, la quinua y el sangorache, superando la composición en proteínas del hongo a los cereales como maíz trigo o cebada; razón por la cual se plantea la producción de un suplemento alimenticio multivitamínico, de bajo costo y alta calidad.

Los investigadores del proyecto han tratado de aprovechar todo el potencial de estas cuatro plantas, tramitando patentes de todos los productos y generar una transferencia de los conocimientos adquiridos hacia el Estado y el sector productivo nacional, especialmente en el área de la agroindustria y farmacéuticas, así como la publicación de resultados en artículos, ferias científicas y la difusión a través de los medios de comunicación.