El Dr. Luis Tuaza
Castro, investigador de la Universidad Nacional de Chimborazo (Unach), trabaja en un
importante proyecto de investigación, relacionado con las universidades, los
pueblos indígenas y afrodescendientes en Ecuador, como parte del estudio sobre la
diversidad étnica de la educación superior en América Latina.
Entrevistamos al
investigador, para preguntarle sobre los avances de los proyectos en los que se
ha involucrado y cuáles son los primeros resultados científicos en las áreas
social, política y cultural.
Usted ha emprendido varios proyectos de investigación,
como docente de la Universidad Nacional de Chimborazo, ¿cuáles son estas
iniciativas científicas?
Estoy terminando la
investigación respecto a las políticas públicas tras la reforma agraria, de la cual
falta un libro que me encuentro escribiendo y espero concluir a finales de este
año. Este es un proyecto es multidisciplinario, pues tiene un enfoque antropológico, político y de
desarrollo.
Además, en este mes
de mayo surgió una nueva propuesta de investigación, después de participar en
el congreso de “La Asociación de Estudios Latinoamericanos” (LASA), en Lima,
donde generé una relación académica con el sociólogo argentino Daniel Mato, quien
trabaja en el tema de la diversidad étnica de la educación superior en América
Latina; y, en mi caso particular me dedicaré a estudiar la educación superior,
pueblos indígenas y afrodescendientes en Ecuador.
En la Unach estudia un importante sector étnico de pueblos indígenas y afrocuatorianos |
¿Esta investigación regional será socializada en algún
foro internacional?
En junio de 2018 se
va a realizar en Córdova (Argentina), la III Conferencia Regional de Educación Superior, es ahí donde se van a presentar los avances de esta investigación, en
torno a la diversidad étnica e interculturalidad en la universidad.
Acabo de escribir una
primera parte, una revisión general teórica donde se establece el alcance del
sistema de educación en el país, que será publicado este año en un libro
colectivo, como docente de la Unach.
¿Cuál es el interés en conocer esta área de la
investigación social?
Personalmente,
considero que esta es una oportunidad para nosotros como universidad, a fin de
colocar nuestras investigaciones en un contexto regional, en América Latina. La
idea es hacer que la Universidad Nacional de Chimborazo, después de terminar
este proyecto, forme parte del Instituto de Educación Superior de América
Latina y el Caribe, organización vinculada con la Unesco, que permitirá en el
futuro tener ofertas académicas para los pueblos indígenas y afrodescendientes.
De acuerdo a la investigación, es necesario expedir políticas públicas que mejoren el ingreso a las universidades |
De este primer estudio teórico que ha realizado, ¿qué
datos relevantes ha encontrado sobre la situación de los indígenas y
afroecuatorianos en las instituciones de educación superior?
Todavía existe una
deuda grande del sistema de educación superior con respecto a estos pueblos.
Hay mucho que trabajar en políticas específicas para dar un tratamiento
especial a estas poblaciones. Lamentablemente, de acuerdo a las normativas
actuales y al sistema de evaluación que se exige para el ingreso a las
universidades, la situación es crítica porque quienes quedan en desventaja
académica son los indígenas y afrodescendientes.
¿Cuáles son las causas para que existan desventajas frente a otros grupos étnicos?
Una de las causas es
que la mayor parte de la población indígena y afrodescendiente vive en zonas
rurales, donde la calidad de la educación no tiene el mismo nivel que las
instituciones educativas urbanas. Por otro lado, el racismo es uno de los
problemas fuertes en nuestro país y la discriminación limita las oportunidades
educativas de estos grupos. Además, en el sistema de educación hay un esquema
único para todos, un modelo mexicano que se aplica en nuestro país, donde difícilmente
los estudiantes pueden alcanzar las notas exigidas.
¿Cabría generar políticas públicas originales para mejorar
la equidad en el ingreso?
Todo el sistema
debería ser intercultural, yo creo que uno de los aspectos que se deben
trabajar el tema de la interculturalidad, es la valoración a la formación
académica en la lengua kichwa. Hay escasos esfuerzos por el conocimiento de
esta lengua, por entender la parte semántica, filológica que contiene.
Deberíamos estudiar
experiencias interesantes, por ejemplo, en el País Vasco, donde la educación
superior, a más de utilizar la lengua española, inglesa y francesa, utiliza el
euskera dentro del sistema educativo. Tomando este ejemplo podríamos apuntalar
nuestra realidad.
En nuestras universidades
deberemos contar con centros de estudios que enfaticen más lo andino, otros
saberes como los ancestrales. Hay que seguir estudiando y problematizando, por
ello, personalmente, en estos días estoy soñando para trabajar en los alcances
y desafíos de la lengua kichwa, en Ecuador contemporáneo.
En el tema intercultural, ya han pasado muchos años
desde que la Constitución de 1998 recogía este precepto, que también existe en
la actual carta política, ¿Se ha quedado el tema únicamente en la norma escrita,
sin aplicarse en la sociedad?
Una cosa es lo que
dicen las normas constitucionales, los tratados internacionales, pero otra es
la concretización de estas normas en el hábitus cotidiano de nuestra sociedad;
pero para ello, no basta la voluntad política, necesitamos tener una conciencia
clara de toda la sociedad y ante todo luchar contra los rezagos del
colonialismo y el racismo, que perviven fuertemente en América Latina y
Ecuador.
En este marco, ¿no deberían los indígenas y
afroecuatorianos empoderarse de su cultura, para irradiarla a la sociedad
ecuatoriana?
No solo los
indígenas y los afrodescendientes, sino todos los grupos étnicos tenemos que
trabajar por una identidad nacional, que no solo pasa por la lengua, sino por
la valoración de nuestras raíces históricas. En el mundo blanco-mestizo es
necesario plantear la pregunta: ¿hasta qué punto los valores que guían su
existencia son influenciados por lo andino, por lo indígena? El problema
requiere un proceso de conversión, de carácter étnico, político, etc.
Y hablando de su primera investigación, sobre las
políticas públicas a partir de la reforma agraria, las falencias del modelo
occidental de desarrollo en el mundo rural, ¿tienen relación con el hecho de no
entender la cosmovisión andina?
Lo que pasa es que los
proyectos de desarrollo, en el fondo, tienen una agenda civilizatoria. ¿Quiénes
promueven el desarrollo? Los países del primer mundo, cuya base civilizatoria
es la cultura occidental enfatizada en la economía, en el cálculo racional, en
las lógicas del mercado, escasamente con una voluntad política de querer
conocer al resto de la sociedad, especialmente a los potenciales beneficiarios
de los proyectos.
Daniel R. Álvarez Cadena
RELACIONES
NACIONALES E INTERNACIONALES
No hay comentarios:
Publicar un comentario